Por Abel Álvarez conductor Multimedios-Milenio Televisión.
Día
cálido, como siempre en Cuba, las gentes abarrotan la salida del aeropuerto,
rostros que buscan a sus familias o amigos que llegan de cada destino del
mundo. Intento salir con mis maletas, cinco en total, buscando entre la gente
la salida para tomar el auto que me llevará a casa, a pesar de todo, el
aeropuerto de La
Habana , es uno de los pocos en
el mundo que te deja salir hasta el estacionamiento con el famoso carrito de
las terminales aéreas tan cotizados y deseados en Aeropuertos como el de la
Ciudad de México.
Entre
personas que caminan de un lado a otro o sentadas en los bordes del piso, autos
estacionados, policías que intentan controlar el tránsito en una estrecha calle
y a la "caza" de algún infractor llega mi auto de alquiler, pero no
puede estacionarse, no hay lugar, tiene que seguir y dar la vuelta, otra vez, por
el estacionamiento para así evitar una multa. Lo sigo con la vista hasta que
vuelve al lugar donde estoy, humos de autos antiguos de los cincuenta, sesenta,
y hasta modernos, que contaminan el entorno. Por fin llega.
En
dos días será la presentación en La Habana del documental sobre el cine asta
Humberto Solás, en este proyecto trabajé como director de producción junto a Carlos
Barba Salva quién nos estaba esperando allí. Veníamos
también en este vuelo el dueño de la productora regiomontana “LaCasaDePiedra”
que colaboró en el montaje de la película.
El auto de
alquiler que fue a recogernos es de los años cincuenta, pero bien
conservado, y antes de iniciar viaje cambiamos de terminal ya que recibiríamos
a unos amigos de Campeche, México, que llegaban para el estreno mundial del
documental.
Para estos
amigos era su primer viaje internacional, quisieron acompañarnos en este
momento tan importante. Ahora nosotros esperábamos por alguien que
llegaba. Entre las personas que salían en una terminal 3 con polvo de
construcción y hacinados todos en las afueras, llegan las caras conocidas, nos
saludamos, bromeamos con su visita a Cuba e iniciamos el viaje al centro de La Habana.
Dejamos al
amigo y propietario de la productora en su hotel en el barrio del
Vedado y salimos rumbo a mi casa, tendríamos que recorrer 70
kilómetros fuera de la capital para el reencuentro
familiar y después de unos meses degustar la comida de mi madre. Ya eran más de
las 6:00 PM y mientras transitábamos la autopista nacional nos pusimos al día
en lo que faltaba para el estreno, los pósters que había que colocar en los cine s,
la entrevistas para los periódicos, en radio y televisión nacional. Por
fin llegamos al municipio Nueva Paz. (...cont)