Por Abel Álvarez conductor Multimedios-Milenio Televisión.
Este lunes amanecí con la triste noticia, pero no quiero recordarlo así. Gladys y Antonio fue un dúo de bailarines cubanos que hizo historia imborrable dentro de la televisión en Cuba. En plenitud Antonio se fue primero. Hombre alegre y siempre con ganas de hacer.
El primer contacto que tuve con él, -o lo que es igual con Gladys y Antonio, pues son uno-, fue cuando preparaba el proyecto “Contar Bailando” (2006) para la televisión en la isla. Recuerdo que en un cassette de audio me enviaron, con Cristy Domínguez, sus voces porque no quería que faltaran ellos en el proyecto que iba a contar parte de la historia del ballet de la TV Cubana. (Por cosas del destino este programa comenzó a retransmitirse el pasado 15 de enero por Tele Rebelde, todos los miércoles a las 10:00 am.)
Pero es que años antes, siendo un niño, pocas personas en Cuba faltábamos a la cita dominical con su programa “Aprendiendo a Bailar” en la década del 80. Con el carisma que lo caracterizaba, junto a Gladys, impartían clases televisivas de bailes nacionales y foráneos.
Pasaron los años, y en Campeche, México, nos encontramos frente a frente; llegaron desde la Ciudad de México, donde residen desde hace años, para dictar una conferencia de bailes de salón en la Secretaría de Cultura de Gobierno del Estado. En una casona vieja, restaurada y en un salón repleto de personas ávidas de saber, enseñaron una clase magistral. La emoción se hizo presente en mí, estaba delante de dos personas con las que crecí y aprendí.
Después los entrevisté en mi programa de TV allí y comenzó una amistad de la cual me jacto. La distancia evita que pueda estar junto a Gladys y sus hijos, pero desde esa distancia de kilómetros, no de pensamiento, quiero se vaya tranquilo, que sepa siempre estará en la mente de los que le agradecemos lo que nos enseñó.
Hasta la vista Antonio. DEP