Por Abel Álvarez.
Analizando desde Monterrey, porqué el béisbol en México no logra acaparar la atención de los medios, creo que mucho tiene que ver con la organización desde las instituciones beisboleras. No son los únicos responsables, aunque sí en gran medida, por ser quienes regentan el modo en que se deben acercar los medios a sus jugadores; y cómo fluye la información desde sus sedes hacia afuera.
En México, país donde el fútbol soccer tiene muchos seguidores, quedando poco espacio a otros deportes, entre ellos al llamado Rey; hay que pensar qué es lo que funciona en ellos y qué replicar en las organizaciones del bate y la pelota.
Desmenuzando el hecho, es inevitable hacer comparaciones, pero me voy a centrar solo en uno. Cada vez que culmina un partido de soccer, siempre se organiza una conferencia de prensa con el técnico, jugador o con quien designe cada equipo. Detrás de ellos, una pantalla o lona con logos de patrocinadores. Exposición gratuita a través de los medios, que debe tenerse en cuenta para el negocio. Claro, ésto sucede un partido a la semana.
En el béisbol, a no ser en play off o Serie del Rey, casi nunca hay conferencia de prensa en los seis juegos de la semana, los reporteros tienen que corretear a los managers o peloteros apenas se acaba el partido. Aunque ciertamente, hay colegas que prefieren ese modo tradicional de bajar al terreno de juego, lo cual es muy válido y atractivo.
Pero yendo mas allá, sí debería pensarse, por parte de los equipos, además de seguir permitiendo bajar al terreno juego, favoreciendo la conversación desenfadada y la reacción inmediata de una transmisión, retomar en los partidos de temporada regular “las preguntas-respuestas” en salas de prensa, antes de iniciar cada serie en casa, otorgándole la oficialidad que se merece.
Por eso creo que la fluidez en la información en el Rey de los deportes no puede quedarse en puros correos electrónicos, tiene que replantearse. Ya que en este sentido, por ahora en México, el Rey es otro.
*Nota de periodista: No es la única verdad.
*Nota de periodista: No es la única verdad.