Por Abel Álvarez
La temporada 2014 inició para Sultanes con victoria, muy buena noticia para los seguidores del equipo y del béisbol en Monterrey, sin embargo en lo que la novena regia no logra cuajar la idea es en el espectáculo de inauguración.
He tenido la oportunidad de estar en dos inicios de temporada y las ideas que se quieren son buenas pero al menos en la más reciente del 2 de abril de 2014 nunca se entendió qué se quería, aún mostrando el deseo de la institución beisbolista por apoyar la noble causa de los niños autistas.
Las luces del estadio apagadas hasta el anochecer con el objetivo de que la afición presente en el palacio Sultán pudiera disfrutar del espectáculo pirotécnico que se había preparado para la ocasión, único atractivo de toda la presentación que duró más de una hora, innecesariamente.
El mal manejo de la luces y por ende de la organización, que afectó hasta los palcos de transmisión, hicieron que se extendiera una vez más el tiempo de inicio del partido que, en definitiva, es a lo que va la gente a los estadios, a ver un juego de béisbol. El lanzamiento de la primera bola apenas fue percibido por los allí presentes pues nunca las luces llegaron a iluminar para apreciar correctamente el momento.
Eran pasadas las 8:00 pm cuando el pitcher abridor de Sultanes de Monterrey Marco Tovar lanzó su primera pelota al home frente a Daniel Hinojosa de los Broncos de Reynosa. Esto hizo que después las 11:00 pm se acabara el juego.
Además de todo lo expuesto, así como las abundantes criticas que siempre ha tenido la demora de los juegos de béisbol en México y ante la perdida de afición frente al soccer, hay que sumar los problemas de tránsito, sin solucionar, de la salida del recinto de Sultanes.. No hay capacidad de salida cuando al estadio de béisbol local llega a más de 15 mil aficionados.