Dolor, tristeza...son algunos de esos sentimientos que calan profundo en mi al leer la noticia... "Alegrías de sobremesa" el 1 de julio dejará de existir.
Se siguen apagando los recuerdos y sonidos de una Cuba con la que crecí, y que me hizo pensar, respirar y amar la radio. No me es difícil recordar cuando entré la primera vez a Radio Progreso, el olor de sus pasillos, descubrir a tanta gente que vivía para la radio, el conocer a Alberto Luberta, Martha Velasco, Marta Jiménez Oropesa, Aurora Basnuevo, Mario Limonta, Maggie Castro, Pepito Ciérvides, Eduardo Rosillo, quien con esa voz potente lograba llenar un estudio de Alegrías de sobremesa repleto de gente y el aire de toda Cuba.
¿Qué pasará a partir de julio a esa hora en la radio cubana cuando ya no se vuelva a escuchar a la orquesta Aragón sonando? ¿Qué pasará cuando ya Estelvina (Aurora Basnuevo) personaje tan cubano no se escuche más? No cabe dudas: ¡Cuba se silencia! Y no es que no se pueda ocupar ese tiempo al aire en Radio Progreso con otra propuesta, claro que se puede, pero creo que se debía haber salvado el patrimonio no solo de la radio, sino de un país. Y si hoy en México, una radio transmite, una y otra vez, los capítulos de La tremenda corte con Tres Patines otro personaje popular cubano, ¿por qué no hacemos lo mismo en la isla?. Acaso, ¿no vale la pena mantener con vida algo tan cubano? o ¿no habrá suficiente archivo de los sketchs para ello? Insisto en las preguntas porque duele su salida del aire.
Se fue de este mundo terrenal Alberto Luberta el guionista de Alegrías de sobremesa después de 52 años al aire y sí, seis meses después se llevó su proyecto de radio con él, al cielo que es donde debe estar.
Hoy pienso en sus hijos Aldo y Albertico Luberta Martínez, con quienes tuve la suerte de trabajar en el programa Radar y ver cómo vivían la pasión por el sonido que su padre Luberta y su madre Caridad Martínez le inyectaron en las venas. La familia Luberta Martínez debe estar con sentimientos encontrados, como quizás estemos muchos de los cubanos, que al menos, tendremos la bendita suerte de recordar cuando se anunciaba que Alegrías de sobremesa comenzaba a sonar con su particular tema de presentación.