Por: Abel Álvarez
En diciembre pasado viajé a Cuba, además de ir a ver a mi familia, a reencontrarme con parte del equipo de “25 horas”, cortometraje del director de cine cubano Carlos Barba Salva, selección oficial 39 Festival del Nuevo Cine Latinomericano de La Habana y único cortometraje que representaba al cine cubano en la competencia del esperado certamen; era mi tercer trabajo como director de producción de una obra de Barba.
El corto tenía programada su primera proyección en un cine emblemático; y donde muchos de los realizadores desean estrenar su obra antes de que llegue al circuito comercial de la capital cubana: la sala Charles Chaplin.
Las películas cubanas siempre son perseguidas por el público de la isla durante el festival y para placer nuestro la programaron junto a un largometraje nacional, lo que garantizaba un público que pagó por una, para ver dos: “25 horas” y Los buenos demonios” esta última de Gerardo Chijona. De momento todo se volvió turbio lo que parecía ser un sueño hecho realidad se convirtió en un pesadilla, el proyector DCP del Chaplin en el primer día del festival se había roto, delante nuestro veíamos pasar el público que se esfumaba frustrado al saber que ya no se proyectarían los filmes esa mañana. Mientras eso sucedía y para relajar el ambiente, comenzamos a hacernos fotos con el equipo presente y así dejar grabado el momento en una instantánea, con Enrique Pineda Barnet, Carlos Alberto Mendez, Carlos Barba Salva y un servidor.
Carlos Alberto Mendez, Carlos Barba Salva Enrique Pineda Barnet, Jose (sobrino de Enrique) y Abel Álvarez. |
La proyección se trasladó a otro cine cercano, pero a las 8:00 pm. El cine Acapulco asumió la muestra de ambos filmes, la sala estaba llena y la proyección se desarrolló con total calidad. Después de 10 años sin estar en los reflectores mediáticos del país, ahí estaba yo, en el escenario frente a un público exigente de su cine. Fue este un reencuentro con colegas y amigos de los medios, y por supuesto, con ese público que me recuerda y me sigue. Para sorpresa nuestra la gente dialogó con la película observando con atención a una Hilda (Isabel Santos) atormentada por el día a día en un país que ya no conocía después de años viviendo en New York; y que regresa a su tierra natal a cuidar a su padre (Enrique Pineda Barnet), supuestamente enfermo. Siempre me sentí identificado con la historia.
Carlos Barba Salva (director), Isabel Santos (actriz), Niuska Miniet (músico) y Abel Álvarez (director de producción y presentador de Televisión) |
Al otro día llegaría otra prueba de fuego, la más compleja, diría yo. La proyección en el Cine Yara, el antiguo Radio Centro. Cuba debe ser uno de los pocos países que conserva aún salas de cine de gran tamaño. El Yara en el centro del vedado habanero tiene capacidad para 1650 espectadores deseosos de devorar el cine cubano. Al llegar, estábamos expectantes, pues ahí la critica es más dura y directa con la obra, como se dice siempre: "si al público no le gusta, habrán gritos y chiflidos para que quiten la película". Para beneplácito de todos los involucrados en el proyecto, un maravilloso auditorio aceptó el cortometraje con mucho respeto y silencio; por lo que el estreno en Cuba durante el Festival de Cine de La Habana, puedo decir, fue exitoso.
Ahora “25 Horas”, semifinalista del Hollywood Screenings Film Festival en Los Angeles, California, está seleccionado para el Short Film Corner del Festival de Cine de Cannes 2018, en Francia. La andadura de las manecillas de este reloj cinematográfico seguirán su curso.